Hay una zona de nuestro cuerpo que estéticamente podemos llamarle “la olvidada” o al menos olvidada durante 9 meses al año, que parece que sólo existe durante la época estival.
Los pies…
Podemos definir la pedicura como un tratamiento de belleza o arte de cuidar las uñas y lo pies. No es sólo importante para mejorar su apariencia sino que te relaja tanto y aporta tantos beneficios que al final, la estética casi cobra un segundo plano.
No debemos olvidar que nuestro trabajo jamás debe sobrepasar unos límites y que nunca debemos pasar por encima del trabajo de otros profesionales como son los podólogos, cuya misión dependerá de la condición en la que se encuentren los pies.
Nosotras embellecemos los pies y, podemos hacerlo de muy diversas formas y, entre ellas últimamente destaca la ictioterapia que como sucede en muchas otras cosas, aunque se conoce hace tiempo, está ahora en auge.
La ictioterapia es un técnica que se realiza con la ayuda de unos peces llamados peces Rufa, éstos proceden principalmente de Turquía y su tarea consiste en eliminar todas los tejidos muertos y ayudar a regenerar células vivas.
Es una técnica controvertida puesto que su forma de realización puede llevarnos a formular una serie de preguntas que entran dentro de la lógica, al menos de la mía.
Estos peces deben permanecer sumergidos a altas temperaturas y antes de realizar el tratamiento siempre se debe realizar un lavado de pies para eliminar cualquier resto de cremas o productos que puedan dañar al animal. Una vez que lo hacemos debemos sumergir los pies en el agua y en milésimas de segundo estarán totalmente cubiertos con los peces. Éstos resultan totalmente inofensivos, no hacen daño porque succionan levemente las células muertas de la capa externa de la piel sin tocar sus capas internas.
Durante este proceso, el pez genera una enzima que tiene un efecto regenerador. Este comportamiento forma parte del instinto natural de estos peces y proporciona saludables beneficios y una sensación de suavidad en la piel.
El tratamiento dura aproximadamente media hora tras la cual debemos realizar una sesión de masaje con el que se conseguirá mejorar la calidad del servicio.
La controversia de la Ictioterapia surge cuando te preguntas si se cumplirán las normas que ya sólo por coherencia deberían cumplirse. Nos referimos no sólo a la calidad del servicio sino a la sanidad. Jamás deben introducirse unos pies sin haber hecho previamente el lavado, jamás deben introducirse unos pies esmaltados, nunca con algún tipo de alteración como los hongos y, entre sesión y sesión debe pasar al menos media hora para que los peces Rufa descansen y pueda higienizarse adecuadamente el acuario en el que permanecen.
Desgraciadamente no siempre se cumple y esto conlleva que sea un tratamiento novedoso pero polémico puesto que en muchos sitios se realiza en establecimientos con la denominación de Ictioterapia y con una temperatura bastante alta, necesaria para que los peces sobrevivan pero también muy apropiada para la proliferación de microorganismos patógenos.
De cualquier modo, se puede decir que haciendo las cosas como es debido, es un tratamiento divertido, diferente y con un buen acabado.
1 comentarios:
Interesante post, bien explicados pros y contras, aprendiendo siempre lo que nos enseñas profe :)
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