Hoy hablaré un poco de historia y de cabello y, concretamente de la costumbre de colorearlo.
Se remonta a los egipcios y, lo que yo se es que utilizaban extractos naturales y compuestos metálicos. En la Edad Media también se cambiaban la coloración del pelo y en la época renacentista, las italianas mojaban el pelo con ceniza y lo exponían al sol durante horas para obtener un rubio rojizo.
Años más tarde, en la alta sociedad se utilizaba polvo de almidón para blanquear el pelo y, a principios del S.XX estaba mal visto este tipo de cambios en el cabello por parte de los más tradicionales y conservadores.
Hoy en día teñirse o aclararse el cabello está totalmente aceptado y las casas de cosméticos ofrecen una gran variedad de tintes temporales aunque su composición química a base de amoníaco y sal de plomo modifica la fibra capilar, dejan el cabello poroso e irritan los cueros cabelludos más sensibles.
En cambio, los tintes naturales cambian el color del cabello de forma inocua y sin agresiones. Los poderes colorantes derivados de sustancias vegetales o minerales como la henna, la manzanilla, el nogal revitalizan el cabello, eliminan la grasa y aprotan un brillo especial.
La henna es probablemente el tinte natural más conocido y utilizado desde hace siglos. Proviene de una planta que se encuentra en países asiáticos, aunque su uso y cultivo se ha extendido por el norte de África hasta llegar a implantarse en Marruecos.
Para preparar el colorante se mezcla el polvo con agua caliente para formar un barro consistente y, luego se aplicar sobre el cabello húmedo, sin lavar. Se distribuye la henna por todo el cabello desde la base hasta las puntas. Una vez repartida por todo el cabello, se cubre la cabeza con una toalla impregnada en agua caliente. Cuanto más tiempo se deje expuesta (mínimo dos horas) más intensidad de color se obtendrá. se termina lavando el pelo.
La henna aporta brillo y un tono rojizo al cabello y, no es aconsejable utilizarlo en cabellos tratados químicamente con tintes permanente en los últimos seis meses y, como todo, tiene ventajas y desventajas.
0 comentarios:
Publicar un comentario